¿POR QUÉ?
La población mundial crece y envejece. Esto significa que aumentan las necesidades, aparecen otras nuevas y las personas también desean mejorar su nivel de vida. Según varios estudios, en el futuro la mayor parte de la población vivirá en ciudades y zonas urbanas, es decir, habrá un importante crecimiento de la población urbana.
La pandemia del Covid-19 ha exacerbado los problemas a los que ya se enfrentaban las ciudades y a los que probablemente se enfrenten en el futuro. Los cambios son continuos y las ciudades tendrán que adaptarse rápidamente a ellos.
Los drásticos efectos del cambio climático en las ciudades, que son especialmente vulnerables a los mismos, exigen la necesidad de nuevas políticas que fomenten la regeneración urbana y la construcción de edificios más sostenibles y eficientes energéticamente.
Hay que abordar la escasez de vivienda y la pobreza energética. Los mercados europeos de la vivienda están tensionados y el aumento de los costes energéticos ha acentuado las dificultades financieras de los hogares. Por tanto, es necesario un enfoque conjunto de la UE para proporcionar y financiar viviendas asequibles y sostenibles. Un elemento clave en este propósito debe ser la implementación con éxito de la Oleada de Renovación de la UE.
